EL TIEMPO ES YA
Gareyi, 43
Antes que la Balanza fuera, el Rostro no miraba al Rostro. Y los primitivos Reyes murieron, y su alimento no volvió a encontrarse; y la Tierra quedó desolada. Hasta que la Cabeza, apetecida por el deseo universal, hubo preparado y comunicado vestiduras de honor. Ésta Balanza se haya suspedida en un lugar inexistente. Con Ella fueron pesados los reyes que ya no existían. La Balanza consiste en el cuerpo del Anciano de los Días; ella no se liga a nada, ella es invisible. A ella subieron y a ella suben aquello que no es, lo que es, y lo que será. Misterio en el misterio. Ahora bien, fue conformado a semejanza de un cráneo lleno de un rocío cristalino. La membrana de aire es transparente y herméticamente cerrada. Albos como la lana, los cabellos cuelgan en equilibrio. La benevolencia de las benevolencias se manifiesta por la oración de los inferiores. Los ojos bien abiertos, que no duermen jamás, observan indefinidamente. El aspecto de la luz inferior depende de la superior. Contiene las dos fosas nasales, de las que emana el soplo que anima todo lo creado.
(Gareyi)
