Blogs Vitoria  13 sep 2018

Mi oferta...

Esta es mi oferta...

Te ofrezco que te quedes conmigo, en casa, tirados en pijama y mesa de camilla para el tiempo que en breve viene, ver la tele, dormir o hablar, arreglando el mundo a nuestro ritmo como excusa para terminar con un cónclave de besos.

Te ofrezco olor a café recién hecho los domingos por la mañana, o si quieres, firmamos una cláusula y olerá así todos los días de tu vida.

Te propongo abrir las ventanas cuando llueva, para cuando entre la humedad disfrutes del olor a tierra mojada; o no, mejor aún, salimos a la terraza y mojarnos de esa lluvia, que lo de ''carpe diem'', ha quedado más como frase para tatuaje, y poca gente lleva lo lleva a cabo.

Te ofrezco noches de compás, de baile y de whyski, de impaciencia al esperar un taxi, y disfrutar de una hamburguesa mientras llega.

Te ofrezco mi camisa del día anterior para que desayunes con ella sin nada debajo, con un moño recogido y el rimel corrido. Prometo pequeños grandes detalles, llevarte agua helada a la cama por la mañana cuando nos despertemos con resaca, tardes de ''gordo'', comiendo paquetitos de patata, doritos, chocolate y demás grasas saturadas.

Te ofrezco leerte en braille, sonrisas por palés, algún que otro mal rato sabiendo que lo que viene después, va a ser como volver a conocer tu geometría una y otra vez.

Te prometo besos, pero no besos cualquiera, no como los que se dan las parejas por costumbre al verse que es como un piquíto sin ganas, yo te ofrezco tempo, temple y nervio en cada uno de los que te de. Te doy la posibilidad también, de un poder que pocos tienen, y que envidio de parejas que conozco, el mirarse y saber exactamente lo que pasa por tu cabeza en ese momento, para bien o para mal, porque en los tiempos que nos han tocado, ya no se respetan ni la miradas y las que hay escasean.

Te ofrezco ponerte el mundo cuesta abajo, para que todo te venga rodado; cien primaveras, cien veranos, cien otoños y cien inviernos, y los que no nos den tiempo de vivir, nos lo vamos imaginando por el camino. Así que tu precúpate de sonreír, que de provocarte las sonrisas ya me encargo yo...

By Francisco Bonilla Lozano.



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jabi Me gusta , me siento identificado como si lo recitase a unos ojos curiosos, en vez de leer solitario pero del mismo autor, hay otro texto que dice: A por ELLA Están las que son guapas, esas que te quedas mirando cuando te las cruzas por la calle y la sigues hasta con el rabillo del ojo vayas con quien vayas. Están las que necesitan una subida de autoestima a base de que le den a ”me gusta” a sus fotos en la redes sociales, sin ni siquiera darse cuenta del jodido potencial que tienen. Las que juzgan con sabor y sin sentido, las que son independientes, independientemente de como sean. Están de las que no te quieres separar porque parece que el reloj tiene agujas de colibrí porque se te pasa el tiempo volando a su lado. Están las que te hacen fumarte un cigarro con ellas y disfrutarlo más que una noche de fiesta entera; las que no se enteran que con los ojos escriben historias y vuelcan corazones; están las que te lo roban sin querer y hacen que lo de tirarse en paracaídas, sea una auténtica cosas de niños. Están las que te provocan más vértigo y cosquillas en la barriga, que mirar hacia abajo desde lo alto del mayor de los edificios. Las hay místicas, esas que queman incienso y hacen yoga, y te depuran el alma a modo de ”namasté”. Están las que se arreglan para salir de fiesta, sin saber que detrás de esa careta, están sus caras, con un encanto único cada una, y eso el la auténtica fiesta pero no se dan cuenta. Están las luchadoras, las que tienen mil historias y aún así tienen gestos de colores incluso en los días más oscuros. Están las princesas, las que todavía se emocionan viendo una peli de Disney y se encuentran con la niña que tienen. Y hay muchas más que seguro que se le olvidan…y luego…luego está ELLA, sí, así, con mayúsculas, la que te llega hondo y echa el ancla en tu alma, esa que entra a un bar y se hace el silencio y el murmullo a la vez, a la que ves recogerse el pelo y piensas que no quieres que acabe ese puñetero espectáculo; la que te escribe un whatsApp y tú estás comiendo, y se te quita el hambre, la que siendo princesa se recoge el vestido, se quita la corona y los tacones, se enfunda la armadura, coge las armas, se pone a tu lado en la guerra y te dice ”a por ellos”, esa que cuando te sonríe, aunque no la veas…te desarma y te desalma…. Francisco Bonilla Lozano. –
13/09/2018
namaste 👏👏👏👏👏
13/09/2018
꧁𝓗atsh𝕖Ƥs℧t꧂ Me encanta Jabi...👏👏👏 genial 👍
14/09/2018
ESTHER Preciosas las dos
14/09/2018
Libe Una lectura deliciosa..
14/09/2018
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