SANTOÑA
PARKING DE PORTAL DE FORONDA - ZONA AUTOCARAVANAS
Quedaremos en el aparcamiento de la Calle Portal de Foronda, en la zona de autocaravanas, para dirigirnos a Santoña.
Es un viaje de aproximadamente hora y media, aparcaremos en el recinto del Puerto de Santoña que permite el aparcamiento gratuito en los fines de semana. Desde allí empezaremos la ruta por los fuertes napoleonicos, es un recorrido de unos 8 km. que tardaremos en hacer aproximadamente unas 2 horas y media, con tiempo para disfrutar los fuertes y las maravillosas vistas de la bahía de Santoña y sus marismas.
Al terminar nos dirigiremos al ASADOR DEL TIO MARI, situado en el pueblo de Santoña para disfrutar de su pollo asado, probablemente el mejor de la zona. También podremos comprar (por encargo) pan artesano de maíz con pipas de girasol a 1,50 € la unidad, está buenísimo si vaís no dudeis en traer uno para casa.
MENU ................. 13 € POR PERSONA
POLLO ASADO CON PATATAS FRITAS Y ENSALADA
1 BEBIDA A ELEGIR (CERVEZA, TXOPERA DE VINO, REFRESCO, KALIMOTXO O AGUA)
POSTRE CASERO A ELEGIR ENTRE LA OFERTA DEL DÍA
CAFE (SOLO, CORTADO O CON LECHE)
Itinerario de escasa dificultad por el entorno del núcleo de Santoña que permite recorrer las principales fortificaciones de la época napoleónica y años posteriores (tres fuertes, dos polvorines y dos baterías).
Conoce in situ la secular tradición marinera de la villa (puerto pesquero, industrias conserveras, pasaje marítimo) y aproximarse a los valiosos ecosistemas de marisma y encinar costero.
La senda parte del final del paseo marítimo, junto al Fuerte de San Martín, cuya construcción actual, que data de 1863, se alza majestuosa sobre la bahía de Santoña, y que, junto al cercano fuerte de San Carlos, defendía la entrada de la bahía de posibles incursiones de tropas enemigas. El uso de este estratégico lugar es muy anterior, pues ya a comienzos del S. XVII los santoñeses habían erigido una fortificación para la defensa de la villa.
A menos de un kilómetro del anterior Fuerte, se alcanza el Fuerte de San Carlos. La fortificación se edifica en 1688 sobre el Castillo de Torrecilla, que las fuentes datan en tiempos de Felipe II. Tras numerosas reformas en el S. XVIII, tuvo un uso muy destacado en tiempos napoleónicos, proviniendo su estado actual de la reforma de 1859.
Tras un kilómetro y medio ascendiendo por la pista, alcanzamos el Fuerte del Mazo y el Polvorín del Helechal, localizado en un lugar resguardado para evitar impactos de proyectiles enemigos.
Retomando la senda, habrá que dirigirse al Barrio del Dueso, continuando de frente por la pista asfaltada tras el pequeño desvío al Fuerte. Se desciende paulatinamente, ignorando un ramal que nace a la derecha 500 metros después. Tras otro medio kilómetro, se llega al barrio del Dueso, donde se podrá observar el Polvorín del Dueso, en este caso edificado con la función de abastecer al derruido Fuerte Imperial.
A continuación, desde la pequeña plaza con un área de recreo infantil y unas pistas deportivas, se continúa descendiendo, girando a la izquierda y siguiendo la carretera hasta salir del Dueso y finalizar en un cruce, donde se deberá tomar el desvío de la izquierda. Siguiendo esta carretera, se deja atrás la cantera del Sorbal, continuando unos metros hasta que, a la derecha, junto a un muro de piedra, nacen unas escondidas escaleras.
Bajando por ellas, enseguida se accede a un pequeño sendero de tierra que transcurre junto al perímetro de la Marisma de Sorbal.Se trata de un humedal de agua dulce que se alimenta de las aguas subterráneas del Buciero, a cuyo pie se asienta. La senda, que discurre entre carrizos y otras especies propias del ecosistema marismeño, finaliza junto a la carretera nacional.